Metano un enemigo del clima que podría revertir sus impactos

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El metano (CH4), ese otro gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global y […]

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El metano (CH4), ese otro gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global y que es producido por la materia orgánica en descomposición en pantanos, en la digestión de los animales y en los vertederos de basura, es uno de los gases que más calientan la tierra.

Este es responsable de más de un tercio del cambio climático antropogénico, con una gran diferencia ante el dióxido de carbono (CO2), su vida es de 12 años en la atmósfera, a diferencia del CO2 que puede durar varios siglos.

Aunque el metano permanece en la atmósfera por un período de tiempo más corto y es emitido en cantidades más pequeñas que el CO2 , su potencial para atrapar el calor en la atmósfera, conocido como “potencial de calentamiento global”, es 21 veces mayor que del CO2 . 

De acuerdo con Global Methane Initiative, sin medidas más rigurosas para reducir las fuentes, se espera que las emisiones de metano aumenten aproximadamente 45 por ciento hasta alcanzar las 8,522 millones de toneladas métricas de equivalente al dióxido de carbono para el año 2030.

Según el organismo los vertederos son la tercera fuente antropogénica más grande de metano en el mundo, siendo responsables de aproximadamente el 11 por ciento de las emisiones mundiales estimadas de metano.

Para combatir este problema las empresas encargadas de los vertederos están tomando acciones más específicas y utilizando mayor tecnología para que ese gas no llegue en cantidades excesivas a la atmósfera.

De composta a biogenerador de electricidad

Tal es el caso de un vertedero ubicado a las afueras de Cracovia, en Polonia, donde se ha establecido un plan que ha resultado muy exitoso. En un primer momento la empresa recibe la basura y esta se separa y se clasifica, después la materia orgánica es inyectada con oxígeno para crear composta.

Después, el material que aún sigue descomponiéndose pasa a un contenedor donde a través de tubos de vació se extrae el metano el cual pasa a un biogenerador de electricidad. 

Toda una estrategia que ha permitido no solamente tratar los desperdicios, sino aprovechar el metano que se genera para obtener nuevos combustibles.

Algunos de los ingenieros involucrados en el proceso señalan que es una medida más rápida que la reducción de las emisiones de carbono. Pues reducir las emisiones de metano parece fácil, aunque solo sea porque también aporta un claro beneficio financiero a las empresas involucradas. Por lo tanto, es rentable no solo por razones climáticas sino también por razones financieras.