Pocos países de los más contaminantes tienen planes para reducir las energías fósiles

Miriam Jimenez

Escrito por Miriam Jimenez |

De acuerdo con un informe publicado por el área de cambio climático de la ONU […]

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De acuerdo con un informe publicado por el área de cambio climático de la ONU (UNFCCC), solo el 4 por ciento de los países ha incluido en sus planes climáticos nacionales (NDC) alguna medida concreta para eliminar o reducir las ayudas a los combustibles fósiles. Estos planes son los documentos que cada país debe presentar periódicamente para detallar sus acciones y objetivos para mitigar y adaptarse al cambio climático. El informe analiza los planes presentados hasta julio de 2021 por 113 países, que representan el 49 por ciento de las emisiones globales.

El informe también alerta de que los planes climáticos actuales son insuficientes para evitar una “catástrofe climática”, ya que solo lograrían reducir las emisiones en 7.5 por ciento para 2030 respecto a 2010, cuando se requiere una reducción del 45 por ciento para tener una probabilidad razonable de limitar el calentamiento a 1.5ºC. Según el estudio, las emisiones mundiales alcanzarán su pico esta década, pero eso no basta para evitar los peores impactos del cambio climático, como el aumento del nivel del mar, la pérdida de biodiversidad, las sequías, las inundaciones o las olas de calor.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), señala que se deben tomar medidas para eliminar las ayudas públicas a los combustibles fósiles, que según la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ascendieron a 320,000 millones de dólares anuales. Estas ayudas consisten en exenciones fiscales, subsidios directos, préstamos preferenciales o garantías de precios mínimos que benefician a los productores o consumidores de estos combustibles. Estas ayudas distorsionan el mercado, favorecen la dependencia energética, desincentivan la inversión en energías renovables y dificultan el cumplimiento de los objetivos climáticos.

Por eso, desde hace años se viene reclamando su eliminación gradual y ordenada, teniendo en cuenta las necesidades sociales y económicas de cada país y garantizando una transición justa para los trabajadores y las comunidades afectadas. En la cumbre del clima de Glasgow (COP26), celebrada en noviembre de 2021, los países firmaron una declaración en la que se comprometieron a “eliminar progresivamente las subvenciones ineficientes a los combustibles fósiles que fomentan el consumo insostenible”. Sin embargo, esta declaración no tiene carácter vinculante ni establece plazos ni mecanismos de seguimiento.

Por todo ello, los expertos señalan que es imprescindible que los países aumenten su ambición climática y aceleren la transición hacia un modelo energético bajo en carbono. Y eso pasa por dejar de financiar con dinero público a los combustibles fósiles, que son el principal obstáculo para alcanzar la neutralidad climática y la seguridad energética. Como dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, en la COP26: “No podemos seguir cavando y quemando nuestro camino hacia el abismo”.