La agenda verde de Claudia Sheinbaum
Escrito por María Fernanda Ramírez |
Como presidenta de México, Claudia Sheinbaum enfrentará una serie de desafíos significativos en materia medioambiental. […]
Como presidenta de México, Claudia Sheinbaum enfrentará una serie de desafíos significativos en materia medioambiental. Su enfoque en políticas ambientales se ha destacado por su compromiso con la sustentabilidad y la mitigación del cambio climático. Sin embargo, la magnitud de los retos actuales exige una acción más audaz y efectiva.
Uno de los principales retos es la necesidad de abordar la contaminación atmosférica en la Ciudad de México. Aunque Sheinbaum ha implementado medidas como la prohibición de plásticos de un solo uso y la expansión del transporte público, la calidad del aire sigue siendo preocupante. Por eso, se requieren políticas más ambiciosas para reducir las emisiones de vehículos y fuentes industriales, así como para promover el uso de energías renovables.
En este sentido, Sheinbaum ha propuesto incentivar la instalación de paneles solares en viviendas y comercios, como parte de su plan para impulsar las energías limpias. Si bien esta iniciativa es loable, enfrenta desafíos logísticos y financieros significativos, así que se necesitarán inversiones masivas y políticas de apoyo para hacerla accesible a una amplia gama de la población, especialmente a aquellos en situación de vulnerabilidad económica.
Otro obstáculo crucial es la gestión de los recursos hídricos. La sobreexplotación de acuíferos, la contaminación de cuerpos de agua y los efectos del cambio climático están exacerbando la escasez de agua en varias regiones del país. Si bien Sheinbaum ha anunciado planes para mejorar la infraestructura hidráulica y reducir la extracción ilegal de agua, se necesita una estrategia integral que considere la conservación de ecosistemas acuáticos, la recarga de acuíferos y la promoción del uso eficiente del agua.
La conservación de la biodiversidad también es un desafío fundamental. México es uno de los países más megadiversos del mundo, pero enfrenta una pérdida alarmante de especies y hábitats debido a la deforestación, la expansión agrícola y otras actividades humanas. Si bien Sheinbaum ha prometido proteger áreas naturales y reforestar zonas deforestadas, es necesario un enfoque más enérgico para detener la degradación de ecosistemas clave y proteger la diversidad biológica del país.
Además, Sheinbaum enfrenta la tarea de abordar la intersección entre medio ambiente y desigualdad social. Las comunidades marginadas son las más afectadas por la contaminación, la escasez de agua y los desastres naturales y, a menudo, tienen menos acceso a recursos para adaptarse y mitigar estos impactos. Sheinbaum debe asegurar que sus políticas ambientales no sólo protejan el medio ambiente, sino que también promuevan la equidad y la justicia social.
Habrá que esperar al 1 de octubre, cuando Sheinbaum tenga las riendas del país en las manos, para conocer qué va a hacer. Lo cierto es que se necesitan políticas más ambiciosas, inversiones significativas y un enfoque inclusivo, para garantizar un futuro sostenible para México y su población.