La lenta transición energética en América Latina es un riesgo de salud

Verónica Alcántara

Escrito por Verónica Alcántara |

La transición energética en América Latina está en sus primeras etapas, por lo que deja […]

La transición energética en América Latina está en sus primeras etapas, por lo que deja a millones de personas expuestas a riesgos de salud.

La transición energética en América Latina está en sus primeras etapas, por lo que deja a millones de personas expuestas a riesgos de salud. El informe “América Latina 2023” de The Lancet Countdown destaca que hay niveles peligrosos de contaminación de aire y pobreza energética.

De hecho, los niveles de contaminación en exteriores e interiores son graves en la región, con diferencias en áreas rurales y urbanas. Incluso, Perú, Chile, México, Guatemala, Colombia, El Salvador, Brasil, Uruguay, Honduras, Panamá y Nicaragua están entre los 100 países más contaminados del mundo.

Este año, el centro regional The Lancet Countdown Latinoamérica, amplió su alcance geográfico para agregar a México y cinco países centroamericanos. Estos son Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Panamá. De esta manera espera ampliar la colaboración en la región considerada con las mayores inequidades sociales.

Costos económicos y sociales

El informe enfatiza que la transición enegética en América Latina y la eficiencia energética no sólo ayudan a combatir el cambio climático. También permiten mejorar la salud y la economía de las comunidades.

Sin embargo, el problema en América Latina es la falta de financiamiento y de colaboración con bancos multilaterales de desarrollo. “El cambio climático tiene costos económicos significativos, y las inversiones en medidas de mitigación y adaptación avanzan lentamente”, destaca Lancet Countdown Latinoamérica.

Tan sólo en 2022, las pérdidas económicas causadas por fenómenos meteorológicos extremos en la región ascendieron a 15,600 millones de dólares. Esto equivale a 0.28 por ciento del PIB de América Latina y la mayoría de las pérdidas no están cubiertas por seguros.

Asimismo, la mortalidad relacionada con el calor entre las personas mayores de 65 años alcanzó niveles alarmantes. Y la pérdida de ingresos potencial debido a la reducción de la capacidad laboral relacionada con el calor ascendió al 1.34% del PIB regional. Esto afectó principalmente a la agricultura y la construcción.

Además, la mortalidad prematura por contaminación del aire tuvo un costo económico sustancial, equivalente al 0.61% del PIB regional.

Un aspecto positivo, es que la inversión en energía limpia en la región aumentó en 2022. Sin embargo, todos los países analizados continúan ofreciendo precios netos subsidios a los combustibles fósiles por un total de 23,000 millones de dólares. Esto a pesar de que la energía basada en combustibles fósiles es actualmente más cara que la energía renovable.

El impacto de la quema de combustibles fósiles no es sólo el cambio climático, sino que deja una significativa carga de enfermedades. El informe estima que cada año se registran 7 millones de muertes prematuras por la contaminación a nivel mundial.

“Para implementar políticas de mitigación y adaptación que también mejoren el bienestar social, se necesitan sistemas financieros más robustos. El financiamiento climático en países latinoamericanos es escaso y dependiente de ciclos políticos, amenazando la capacidad de respuesta a los desafíos actuales y futuros”, dice el informe.

Lancet Countdown Latin America subraya los efectos acumulativos del cambio climático sobre la salud. Y enfatiza la necesidad urgente de implementar políticas intersectoriales que mejoren la resiliencia climática.

Además, recomienda priorizar una transición energética enfocada en los co-beneficios para la salud y aumentar el financiamiento climático. Sólo con la comprensión de los problemas y acciones decisivas, América Latina puede enfrentar los desafíos del cambio climático y fomentar un futuro más sostenible y resiliente.